dilluns, 26 de setembre del 2011

Experiencia personal de la E.F.

Mi experiencia personal por lo que se refiere a la E.F. puede ser dividida en dos etapas.
Por un lado, la experiencia de la asignatura durante los años de primaria, donde las horas de clase podrían contarse como un simple tiempo extra de recreo. Las clases carecían de un contenido claro (o incluso de cualquier contenido), la intervención de la profesora se centraba simplemente en la elección del juego y se nos evaluaba acorde a nuestra participación en este i buen comportamiento. No recuerdo ningún tipo de enseñanza por lo que se refiere a la E.F. o consejos para realizar los deportes de esta etapa de mi educación.
Por otro lado, la asignatura dio un drástico giro con el paso a secundaria. El profesor dedicaba el inicio de cada clase práctica a la explicación de los ejercicios o actividades que íbamos a realizar ese día, reforzando como realizarlos correctamente, que ventajas suponían para nuestra salud, los contras que suponían su mala realización, etc. Las evaluaciones se centraban en dos puntos, por un lado el control de un mínimo conocimiento de los alumnos adquirido a lo largo del curso (escrito en un examen i práctico realizando correctamente alguna actividad) y por otro mediante el control de pruebas físicas demostrando algún avance en condición física por parte de cada alumno.
En resumidas cuentas, se puede apreciar el gran salto entre un tipo de E.F. y otra, ya que hasta secundaria, nunca vi la asignatura como algo serio o con algún valor para mí.